Escurrir
el bulto unos días y que te pille el toro, es todo uno. En ésas me encuentro
frente a la hoja en blanco y el bloc de notas a rebosar de apuntes en vías de
desarrollo para compartir con los osados que continúen dejándose caer por esta bacanal de impresiones. La semana ha
dado para mucho y la cuesta de enero ha retornado en un sin parar de shows a
todos los niveles. La moda española lo dio todo en las fashion weeks; hablo en
plural porque lo que algunos seguimos llamando Cibeles, cuenta desde hace años
con un duro competidor al otro lado de la capital. La MFSHOW se postula como la
alternativa perfecta a la Mercedes Benz, y la crítica así lo hace saber. Y si sirve de algo, un servidor también. Tras
empalmar una con otra y otra con una, es un gesto de honestidad admitir que la
minoritaria se come a Ifema con patatas y ali oli, dando cabida a profesionales
más allá de los clásicos cibelinos y
en un entorno privilegiado con toque internacional. Todo lo contrario al garaje
con luces que capitanean Cuca Solana y cía desde que la propia Cuca vino al
mundo. Para intentar sintetizar, destaco las propuestas de Marcos Luengo en la
Sala de los Cristales del Palacio de Cibeles; asturiano de pro y con talento a
raudales. Por partida doble y con ambiente bucólico, se llevaron el premio a la
mejor colección de esta edición los chicos Alvarno, un par de mozos que ya quisieran
los Dolce & Gabbana. El front row,
pobre, todo hay que decirlo. Sin desmerecer a las dueñas de los pompis que
ocuparon la primera fila, hay que recordar, así sin acritud, que las grandes
estrellas del cuché patrio declinaron la invitación, de la misma manera que,
como viene siendo habitual, hiciesen primeras figuras de la política, la
sociedad o la realeza. Mismamente Letizia, que se mimetiza con la plebe para
irse de mojitos por Malasaña, pero le cuesta un triunfo arrimar el hombro cuando
se trata de apoyar la causa fashionista de su país. La que, por otra parte, se
desvanece sin visos de remontar casi tanto como en otro tiempo la industria del
cine. Los Reyes tampoco pasearon palmito por los Goya, ni falta que hizo. En
esta ocasión, el pueblo se volcó con los actores y la gala arrasó en audiencia.
Dani Rovira se lució y los días posteriores no se hablaba de otra cosa; que si
el beso de Rovira-Lago, que si el desgreñe de Penélope, que si la omnipresencia
de Nieves Álvarez en todo sarao que se precie. Sí, aquí me detengo. Nieves me
trae de cabeza desde hace tiempo y ya no me puedo reprimir más. Sin quitarle
méritos a la chica, que es mona y ha triunfado fuera de nuestras fronteras
(detesto esta expresión pero ahora mismo no encuentro otra), la pobre está
sobreexpuesta de un tiempo a esta parte y quizá no le haya dicho nadie que eso pasa
factura. Álvarez se ha intentado reconvertir en presentadora pasado el arroz de
las pasarelas (qué profesión tan cruel), pero lo de arrastrar los morros y el
esternón hasta cualquier alfombra roja ya se las trae. Nunca lo hace sola, para
más inri. La tía lleva en el cogote al italiano que tiene por marido y que
jamás hemos oído pronunciarse. Los rumores de crisis los salpican cada dos por
tres, pero ellos posan mirando al infinito y santas pascuas. Tampoco se apearon
de la semana fantástica de los Valentinos. Los he dejado como traca final porque
se lo han ganado. El diseñador y su socio/pareja/expareja (hay opiniones para
todos los gustos) volaron a España en business y con un séquito de mayordomos y
animales de compañía. Aquí les esperaba lo mejor de cada casa para dejarse el
bronceado y los higadillos en un porrón de cenas, fiestas flamencas y demás
jaranas con Naty Abascal como maestra de ceremonias. Otra cosa no, pero Naty es
la mejor anfitriona que ha parido este país, y la única capaz de convocar a
socialités, actrices de nueva hornada, matrimonios de conveniencia y ricas de
cuna como las Segrelles. Desde entonces, no se ha vuelto a saber de ninguno.
Para contrarrestar, yo me he dado de bruces con Elena Tablada y su cuchipandi en el interior de Válgame Dios, el garito que regenta Raquel
Meroño en pleno Chueca. Alrededor de la mesa charlaban la propia Tablada,
Raquel Rodríguez y otras tantas guapas de oficio que no recuerdo el nombre. No
estaban María José Suárez ni Eva González, fieles al local, pero sí una Arancha
de Benito desbocada a pie de barra y compartiendo con los presentes que su
última relación tan pronto va como viene. Me costó reconocerla entre tanto
maromo, pero su voz es inconfundible. Quién sabe si por allí andaba el pequeño
Nicolás marcándose un simpa a la vera
de Mariló, su nueva mejor amiga. ¡Si es que ya no queda gente honrada como la
Esteban!
17 febrero 2015
09 febrero 2015
TOSCANA, LA ÓPTICA DE LAS CELEBRITIES
Visito
la óptica predilecta de las celebrities, Óptica Toscana (Hortaleza, 70). En
pleno corazón de la capital y con más de veinte años de experiencia a sus
espaldas, un equipo de ópticos optometristas trabajan día a día para ofrecer el
mejor servicio en visión. El local es un espacio acogedor que mantiene el
espíritu del antiguo almacén de semillas que fue en el Madrid más castizo.
Encontrarás modelos de gafas diferentes, con un toque vintage que las hace
únicas. Anne et Valentín, Mykita, Moscot o Cutler and Gross son sólo algunos de
los diseñadores más revolucionarios que dan vida a Toscana en un universo donde conviven a la perfección genios consagrados y noveles. También puedes
visitar sus otros dos puntos de venta: Ayala, 34 (Madrid) y Provença, 247
(Barcelona).
03 febrero 2015
EL PARTO DE LA BURRA Y LA PATALETA DE GENOVEVA
Viernes. Acaba de asomar la cabeza al mundo y
ya me tiene frito. Hablo de Sasha (Sasssha cuando llevas fundas de porcelana),
el retoño de Shakira y Piqué. Vale que la criatura está libre de toda culpa,
pero el despliegue informativo en torno al parto es, como poco,
desproporcionado, o fruto de la sequía informativa. Las principales agencias de
comunicación del país hacían noche al frente de la clínica Teknon de Barcelona
para cubrir al detalle el ingreso de la cantante, que habilitaba una planta a
capricho para darle glamour al tema.
Familiares, amigos y demás acólitos de la de Barranquilla perdían el culo por
participar en el acontecimiento, capitaneado (por exigencia de la pareja) por
un equipo médico formado única y exclusivamente por mujeres, y con contrato de
confidencialidad por delante. Como sucedió en el nacimiento de Milan, en el
alumbramiento de Shakira no había lugar para varones, a excepción del
futbolista y de un reputado cirujano plástico que llevaría a cabo la ardua
tarea de borrar cualquier estrago propio de una cesárea. Si la chica sigue
procreando bajo el mismo protocolo, acabará con el pellejo hecho polvo. Cosas
de divas.
Sábado.
El tiempo invita
a hibernar y tragarse clásicos de Almodóvar a mansalva, pero para un día que
A., E. y servidor cuadramos agenda y ganas de fiesta no hay excusa para causar
baja. O sí. A. nos da plantón con la excusa de que la siesta se le ha ido de
las manos, así que alargamos los postres para hacer tiempo. Pasada la hora de
Cenicienta, hace la entrada en el restaurante. Reparte besos con ojillos de Aquí no ha pasado nada, y además aporta dos elementos más a la causa (Y. y
C.). Motivo más que suficiente para concederle el indulto y lanzarnos a los
brindis. La noche fluye y los temas a debatir se multiplican. En medio del
jaleo, E. suelta el titular de la noche a media voz: “Estoy pensando en retocarme la punta de la nariz y ponérmela más europea”. Se hace el silencio hasta que Y. rompe
el hielo provocando la carcajada general: “¡Es
muy fuerte que hasta de esto responsabilices a los europeos!”.
Domingo.
Vuelvo a la vida
tras una cura de sueño y hago un barrido por las noticias. Mientras las redes
arden en comentarios por la transformación que sufre el stand madrileño de
Fitur (pasó en cuestión de horas de un arco iris pro-gay a un mausoleo gris y mustio),
los fans de GH VIP se arrancan los padrastros a jirones con la salida
voluntaria de Paquirrín. Como viene haciendo cada vez que da con las carnes en un
reality, Kiko abandonaba por la puerta de atrás el concurso y se explayaba en
plató contra sus antiguos compañeros de la casa. Dicen los que lo conocen, que el
hijo de la Pantoja es bonachón y poco amigo de conflictos, pero se suicida
mediáticamente cada vez que hace alarde de ideas reaccionarias más propias de
un analfabeto funcional que de un señorito andaluz que fue criado entre
algodones e internados sólo aptos para bolsillos pudientes. Al final va a ser
cierto que la más abierta que habita en Cantora es la propia tonadillera. Qué pena
que se guarde tantas cosas en la bata de cola.
Lunes.
Nada ha vuelto a
ser lo mismo entre los Alba después de la muerte de la duquesa. Sus hijos se
desparraman por separado y el viudo ya galopa en otras tierras fuera de
palacio. El buen rollo entre Cayetano y Genoveva también ha desaparecido desde
que el jinete le plantease a su exmujer rebajar los gastos que viene asumiendo desde el divorcio. Según cuenta LOC,
Cayetano desembolsa más de doscientos mil euros al año en concepto de
manutención, gastos de internado inglés y alquiler de un piso en el Paseo
Pintor Rosales. La mexicana que un día entroncó con los Vargas Llosa y que se ocupó
de representar a la Fundación Alba, montaría en cólera con la proposición
respondiendo a la petición vía Burofax. Aseguran sus íntimos que la mexicana no
estaría dispuesta a apretarse el cinturón ni a dejar de ayudar a los suyos.
Siempre le quedará tirar de la cuenta de Michavila. En peores plazas ha toreado.
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